La antropología forense es la aplicación del análisis de esqueletos a las investigaciones criminales. El ámbito de trabajo de un antropólogo forense incluye la estimación del tiempo transcurrido desde la muerte, el sexo, la edad, la ascendencia, la estatura, el traumatismo único y la identificación de los restos. Los antropólogos forenses suelen ser llamados a declarar como testigos expertos en casos penales. Cada caso puede requerir que el antropólogo forense aplique uno o más métodos para determinar una estimación del tiempo transcurrido desde la muerte, pero no todos los métodos son apropiados o pueden aplicarse en todos los casos. La estimación del intervalo postmortem se basa en la observación cuidadosa del esqueleto humano y de los procesos de descomposición de los tejidos blandos. Los métodos osteológicos pueden estimar con una precisión de unos 10 años la edad exacta a la que murió un individuo.
La antropología forense es la aplicación del análisis del esqueleto y de las técnicas desarrolladas en antropología física para analizar los restos humanos. Los antropólogos forenses suelen ser llamados como testigos expertos en casos penales.
El campo de la antropología forense se basa en la aplicación del análisis del esqueleto y de las técnicas desarrolladas en antropología física para analizar los restos humanos. Desde el punto de vista forense, todos los esqueletos pueden agruparse en cuatro categorías básicas: hombre/mujer adultos, hombre/mujer subadultos, mujer adultos/niños (de cierta edad) y jóvenes (de cualquier edad). Las subcategorías incluyen hombres y mujeres adultos jóvenes; adultos de mediana edad; adultos mayores (es decir, aquellos que estaban envejeciendo normalmente antes de morir); niños que murieron al nacer o poco después; niños hasta la adolescencia temprana; adolescentes; adultos maduros que han pasado su mejor edad fértil pero que son demasiado jóvenes para que la senescencia completa se establezca todavía, de modo que no hay un aumento apreciable de la masa ósea o de la densidad ósea con el avance de la edad después de haber alcanzado este punto; y, por último, personas mayores que se acercan a la muerte con todos los cambios que la acompañan y que han surtido pleno efecto sobre ellos.
Además de estas tareas básicas, a los antropólogos forenses también se les puede pedir que identifiquen los restos encontrados en la escena del crimen o en fosas comunes y que ayuden a determinar la causa de la muerte.
Los antropólogos forenses suelen ser llamados a declarar como testigos expertos en casos penales. Dado que su testimonio se considera fiable y creíble, pueden ser llamados a testificar sobre la recuperación de restos humanos, la edad de un individuo fallecido u otros hallazgos que les llevaron a sacar conclusiones sobre un caso.
También suelen ser llamados a testificar en casos civiles. En estas situaciones, los antropólogos forenses pueden aportar información que ayude a identificar la causa de la muerte o de las lesiones sufridas por un difunto cuya familia solicita una indemnización por los daños causados por la negligencia de otra parte.
Los antropólogos forenses también pueden ser llamados como testigos expertos en otros tipos de procedimientos legales, como las audiencias de internamiento involuntario y las disputas por la custodia de los hijos.
El antropólogo forense debe determinar el método más adecuado para cada caso. El método elegido depende del tipo de restos y de las circunstancias que rodean su descubrimiento.
Los métodos disponibles incluyen:
La estimación del intervalo postmortem se basa en la observación cuidadosa del esqueleto humano y de los procesos de descomposición de los tejidos blandos. El tiempo transcurrido desde la muerte puede determinarse buscando los cambios que se producen en el cuerpo después de la muerte, como la descomposición. Los antropólogos forenses utilizan sus observaciones para estimar la hora de la muerte (es decir, hace cuánto tiempo murió alguien), lo que puede servir para resolver crímenes o identificar restos en casos en los que no se dispone de otros medios de identificación.
La estimación de los intervalos postmortem (IPM) a partir de las pruebas esqueléticas puede indicar si un hueso se cortó con una sierra, se cortó con un hacha o se rompió por un traumatismo por objeto contundente (por ejemplo, un golpe con algo como un martillo). Estos métodos se combinan con el conocimiento de cómo las diferentes partes del cuerpo se descomponen a diferentes velocidades cuando se exponen a condiciones ambientales como los niveles de humedad y temperatura a lo largo del tiempo.
El ritmo de crecimiento de los huesos varía de una persona a otra. El tejido óseo crece más rápido en los niños que en los adultos, y este ritmo es incluso mayor en las mujeres que en los hombres después de la pubertad. Esto significa que un antropólogo forense puede utilizar los métodos osteológicos para estimar con una aproximación de 10 años la edad exacta a la que murió un individuo.
Las pruebas esqueléticas pueden proporcionar pistas sobre si un hueso se cortó con una sierra, se cortó con un hacha o se rompió por un traumatismo por objeto contundente, como un golpe con un martillo. El tipo de herramienta utilizada en el hueso afectará a la forma y el tamaño de la fractura creada. Por ejemplo, si se utiliza un hacha para cortar o romper los huesos, quedarán marcas evidentes en forma de trozos rotos y astillas. Si utilizas un martillo para romper piezas pesadas de madera en tu casa, es probable que queden algunos fragmentos de fractura residuales que siguen pegados a un lado u otro de tu herramienta de mano, como este martillo de aquí:
La antropología forense es la aplicación del análisis de esqueletos a las investigaciones criminales. Los antropólogos forenses suelen ser llamados a declarar como testigos expertos en casos penales. Cada caso puede requerir que el antropólogo forense aplique uno o más métodos para determinar una estimación del tiempo transcurrido desde la muerte. La antropología forense también incluye el estudio de otros restos, como los encontrados en fosas comunes o en víctimas de crímenes de guerra.
En conclusión, espero que haya comprendido mejor este fascinante campo de estudio. Es un tema fascinante y que siempre está evolucionando a medida que se desarrollan nuevos métodos para responder a preguntas sobre nuestro pasado y nuestro presente.
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