Cuando tocas un dispositivo con pantalla táctil, ésta mide la conductividad eléctrica de tu piel. Este proceso es similar al funcionamiento de un electrocardiograma o un encefalograma, que controlan la frecuencia cardiaca y la actividad cerebral midiendo las señales eléctricas del cuerpo. Una pantalla táctil envía un impulso eléctrico y mide la cantidad de corriente que fluye a través del cristal cuando lo tocas. La cantidad de corriente que fluye por el cristal depende de la cantidad de material capacitivo (como la piel) que lo toque en cada momento.
Seguramente habrás oído que tu pantalla táctil es capacitiva. Eso significa que utiliza un conductor transparente (normalmente óxido de indio y estaño o ITO) que detecta los dedos cuando entran en contacto con el cristal y envía una carga eléctrica a través de ellos. El material conductor también está densamente empaquetado en estas capas, de modo que cuando se toca con el dedo no hay huecos ni interrupciones en el circuito.
Cuando se toca un botón o un icono de la pantalla y se levanta el dedo, se crea lo que se denomina un "defecto de imagen": una interrupción del flujo eléctrico causada por la presencia del dedo en la rejilla del sensor. Estos defectos de imagen son grabados por cámaras integradas en los dispositivos; esas fotos son procesadas por un programa informático para determinar dónde se ha tocado exactamente y cuánta fuerza se ha empleado al hacerlo.
Las pantallas táctiles están formadas por una fina capa de vidrio recubierta de un conductor transparente. Este conductor transparente está compuesto de óxido de indio y estaño, lo que lo hace muy conductor. Cuando el dedo toca la pantalla, la electricidad natural del cuerpo se transfiere al conductor a través del dedo y crea un campo eléctrico. El tamaño de este campo eléctrico depende de la distancia a la que te encuentres de la pantalla: si estás demasiado cerca o demasiado lejos, el controlador no detectará ninguna señal en ese extremo, por lo que no ocurrirá nada cuando lo toques.
Cuando tocas la pantalla, parte de la carga eléctrica se transfiere a ti, cambiando la cantidad de corriente que fluye a través del cristal. Así funciona una pantalla táctil capacitiva. Mide cuánta electricidad pasa a través de ella cuando la tocas con el dedo o con otro objeto conductor, como un bolígrafo o una llave.
El software que interpreta este cambio puede saber qué parte de la pantalla has tocado. El software se utiliza para crear un código cifrado. Este código cifrado se almacena con la información de tu cuenta. Cuando vuelves a tocar la pantalla, el programa compara los nuevos datos con los almacenados anteriormente y crea otro código cifrado que coincide con el patrón de tu huella dactilar.
Esta huella electrónica se convierte en un código cifrado y se almacena con la información de tu cuenta. Es la misma forma en que los gestores de contraseñas almacenan la información, pero es mucho más segura porque no se puede piratear una huella dactilar como se hace con una contraseña.
En el corazón de cada pantalla táctil hay un sensor que convierte las señales eléctricas del cuerpo en algo útil. La tecnología no es nueva: se utiliza desde hace décadas para detectar los latidos del corazón y controlar otras funciones biológicas.
Las pantallas táctiles son capaces de identificarte leyendo tus huellas dactilares, pero no es tan fácil como pulsar la pantalla. De hecho, la mayoría de las tecnologías táctiles modernas se basan en sensores capacitivos (es decir, la capacitancia del cuerpo humano) en lugar de resistivos (es decir, la presión). Esto significa que no pueden saber si los estás tocando físicamente o sólo te acercas con un dedo o una mano lo bastante cerca como para generar un campo eléctrico cuando estás dentro del alcance de sus cámaras de infrarrojos (que también se utilizan para el reconocimiento facial).
El escáner de huellas dactilares utiliza un sensor para leer las señales eléctricas de tu cuerpo. El sensor convierte esta información en un código cifrado que se almacena con la información de tu cuenta.
Así funciona el escáner de huellas dactilares: Cuando tocas la pantalla, parte de la carga eléctrica se transfiere a ti, cambiando la cantidad de corriente que fluye por el cristal. Un software que interpreta este cambio puede saber qué parte de la pantalla has tocado.
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