La medicina forense es una rama de las ciencias médicas que se ocupa de la medicina legal, una subespecialidad de las ciencias forenses. La función del patólogo forense es determinar la causa y la forma de la muerte mediante el examen y el análisis de pruebas post mortem (después de la muerte) con el fin de proporcionar información que pueda utilizarse en investigaciones criminales y/o autopsias médico-legales.
La medicina forense es la aplicación de los principios médicos a situaciones jurídicas. La patología forense también se utiliza habitualmente para describir esta rama de la medicina, pero también puede denominarse ciencia forense o medicina legal.
Es importante que quienes trabajan en el campo de la criminalística y la medicina forense comprendan cómo funciona la medicina forense.
La medicina forense y su relación con la criminalística es el estudio de cómo los principios médicos pueden aplicarse a situaciones legales y cómo la ley afecta a la práctica de la medicina. La medicina forense es una rama de la medicina legal, que a su vez es una rama de la jurisprudencia médica. La jurisprudencia médica abarca todos los aspectos de la medicina legal, incluida la toxicología forense, la bioestadística y la epidemiología.
La criminalística es la aplicación de la ciencia al derecho penal y civil, tal y como la aplican los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los fiscales.
La criminalística se ocupa del análisis científico de las pruebas físicas halladas en el lugar del delito, mientras que la criminalística de investigación se centra en el examen de las pruebas físicas recogidas en el lugar del delito que pueden ayudar a identificar a los sospechosos en un caso concreto.
La criminalística incluye campos como la antropología forense, la entomología forense, la patología forense, el análisis de patrones de manchas de sangre, la toxicología forense y las técnicas de recuperación de pruebas de rastreo (por ejemplo, las huellas dactilares).
La aplicación de la ciencia a las leyes penales y civiles que aplican las fuerzas del orden en un sistema de justicia penal.
La criminalística es el estudio de cómo los principios científicos pueden aplicarse a situaciones jurídicas y de cómo la ley afecta a la práctica de la ciencia. Se trata de un ámbito académico interdisciplinar que utiliza conceptos de diversos campos, como la medicina forense, la farmacia, la bioquímica, la química y la ingeniería, para resolver delitos complejos en los que intervienen pruebas biológicas como los patrones de salpicaduras de sangre o las interacciones de las drogas con la fisiología humana[1].
En muchos países de todo el mundo se ha convertido en un procedimiento habitual que los organismos encargados de hacer cumplir la ley recojan pruebas forenses en las escenas del crimen o en las salas de autopsias tras haber sido informados de tales incidentes[2]. Los científicos forenses son expertos que trabajan con los organismos encargados de hacer cumplir la ley como consultores cuando se trata de analizar este tipo de materiales recogidos durante las investigaciones de homicidios o agresiones sexuales[3].
La criminalística es la aplicación de la ciencia al derecho penal y civil tal y como la aplican las fuerzas de seguridad en un sistema de justicia penal.
Los criminalistas analizan las pruebas obtenidas en el lugar del delito. Suelen especializarse en una rama concreta de la ciencia forense, como balística, análisis de ADN, pruebas de rastros o identificación de huellas dactilares.
Trabajan en laboratorios y deben ser minuciosos y exigentes.
A modo de comparación, tanto la medicina forense como la criminalística son ciencias aplicadas. Se utilizan en el sistema de justicia penal para resolver delitos.
En conclusión, las dos disciplinas tienen mucho en común. Tanto la medicina forense como la criminalística están relacionadas con la investigación de delitos y la aplicación de la ley en una sociedad. Ambas utilizan métodos científicos para resolver delitos. Sin embargo, también difieren en varios aspectos; por ejemplo: La medicina forense se ocupa de los cuerpos humanos, mientras que la criminalística se ocupa de las pruebas físicas en la escena del crimen (por ejemplo, las manchas de sangre).
Criminalística, Criminología,
Medicina Legal y Forense,
e Investigación Criminal
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