El funcionalismo es una corriente de pensamiento antropológico que explica el comportamiento y las creencias en relación con la función que cumplen para un determinado grupo o sociedad. El funcionalismo fue desarrollado por Bronislaw Malinowski, un antropólogo polaco-británico de principios del siglo XX que estudió las islas Trobriand, frente a Papúa Nueva Guinea. Sostenía que era imposible comprender las estructuras sociales sin entender primero cómo beneficiaban a sus miembros.
El estudio de Malinowski se basó en el trabajo de campo realizado en las islas Trobriand. Los trobriandeses, un grupo de personas que viven en el Pacífico Sur, fueron estudiados por Malinowski durante su época de antropólogo en la Universidad de Oxford. Una de las principales razones por las que Malinowski eligió estudiar a este pueblo fue porque estaba relativamente aislado de la influencia occidental y tenía una cultura aún intacta. Esto los convertía en candidatos ideales para un estudio antropológico, ya que brindaría la oportunidad de observar a una sociedad que trabajaba bajo su propio poder sin interferencias externas.
Malinowski pasó un tiempo con los trobriandeses, observando su vida cotidiana y documentando todos los aspectos de su cultura, incluidas prácticas como la jardinería y la pesca. También participó en algunos de sus rituales, como bailes y cantos, lo que le permitió entablar relaciones con los miembros de esta comunidad y acceder a zonas ajenas a su rutina diaria para conocer mejor cómo vivían en comparación con otras sociedades del mundo.
Es posible que haya oído el término argot, pero ¿sabe lo que significa? Según el Funcionalismo Antropológico, el argot es una forma de lenguaje que se utiliza al hablar, pero no al escribir. Suele asociarse a la cultura juvenil y puede utilizarse para expresar sentimientos y emociones.
El argot existe desde hace miles de años, incluso antes de que se acuñara la palabra "argot" en 1785. Las palabras del argot suelen formarse modificando el significado o el contexto de una palabra y también pueden incluir abreviaturas o faltas de ortografía. Algunos ejemplos son "cool" (originalmente significaba "caliente") o "rad" (abreviatura de radical).
En antropología, el funcionalismo ha sido una perspectiva dominante desde finales del siglo XIX. Los funcionalistas sostienen que la cultura es un sistema de partes que funcionan juntas para mantener el todo. La parte más básica de este sistema son los individuos, que necesitan alimentarse, vestirse y cobijarse para sobrevivir y reproducirse. Casi todo lo demás se deriva de esta necesidad básica; por ejemplo, si vas a sobrevivir en un entorno en el que no abundan los alimentos, tienes que tener algún tipo de habilidad o herramienta de caza (por ejemplo, una lanza) para poder salir y matar algo una o dos veces por semana en lugar de intentar vivir de lo que crece de forma natural o de lo que otros animales dejan atrás después de haber comido hasta saciarse a tu costa.
Los funcionalistas consideran que cada elemento de la sociedad tiene un papel importante: ¡creen que no hay partes inútiles de la sociedad! Y como creen que cada parte cumple una función importante, tiene sentido que la gente que no encaja en algún aspecto de la sociedad (por ejemplo, alguien que no caza) no pueda desempeñar ningún papel dentro de la comunidad hasta que desarrolle alguna habilidad nueva que le permita entrar en otra área en la que pueda volver a ser útil...
¿Cómo contribuyó el funcionalismo a la antropología como ciencia?
El funcionalismo ha sido criticado por ser excesivamente determinista y no permitir la posibilidad del cambio. Sin embargo, sus ideas centrales sobre el funcionamiento de la sociedad han influido en otros antropólogos y han contribuido a dar forma a la disciplina.
Probablemente estés familiarizado con la frase "la función de x es para y". Por ejemplo, la función de un martillo es clavar clavos en la madera. Utilizamos este mismo concepto cuando nos preguntamos por qué la gente o las sociedades hacen cosas, ya sea algo tan mundano como llevar vaqueros o algo tan profundo como sacrificar vírgenes al dios volcán.
La principal teoría antropológica para explicar por qué la gente se comporta de determinadas maneras es el funcionalismo. El funcionalismo es una corriente de pensamiento antropológico que explica el comportamiento y las creencias en relación con la función que cumplen para un determinado grupo o sociedad. Esto significa que si se quiere entender por qué alguien hace algo -ya sea construir pirámides de piedra o rezar todos los días- hay que descubrir qué papel desempeñan sus acciones dentro de su cultura.
Los funcionalistas también estudian cómo determinadas estructuras sociales funcionan juntas por razones que van más allá de la mera supervivencia; cosas como las relaciones de parentesco son funcionales porque ayudan a mantener el orden dentro de la sociedad (por ejemplo, asegurando que tu familia cuidará de ti).
El funcionalismo es una corriente de pensamiento antropológico que explica el comportamiento y las creencias en relación con la función que cumplen para un determinado grupo o sociedad. El defensor más conocido de esta teoría fue Bronislaw Malinowski (1884-1942), que escribió sobre ella en su libro Argonautas del Pacífico Occidental (1922). El funcionalismo puede considerarse una extensión del darwinismo, ya que ambos se ocupan de cómo los organismos se adaptan a su entorno.
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