La criminologí­a tiene como fin estudiar las causas del delito, y para ello debe apoyarse en varias disciplinas y ciencias como la psicologí­a, la sociologí­a, la estadí­stica, la polí­tica, la criminalí­stica, la antropologí­a y el derecho penal, entre muchas otras, que permiten un enfoque integral del hecho delictivo.

Este enfoque holí­stico es necesario puesto que el fenómeno del delito es extremadamente complejo. A fin de introducir su estudio en este capí­tulo se describe la finalidad de la criminologí­a, la diversidad de conceptos que a lo largo del tiempo han sustentado diversos teóricos y las diferentes escuelas o posturas criminológicas que se han establecido en diferentes épocas analizando sus preceptos; entre ellos el abordaje a la criminologí­a desde dos fuentes: de una parte la conducta desviada, nombre que recibe la acción delictiva que lleva a cabo el individuo -delincuente-, y de otra, la manera en que la sociedad maneja esta conducta y que recibe el nombre de control social.

Entender el objeto de estudio y el abordaje inicial que del hecho delictivo se hace desde la criminologí­a es esencial para el trabajo -tanto del investigador del delito como de los especialistas en criminalí­stica- bien sea de campo o de laboratorio, esto permite realizar una mejor labor.

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